La sociedad europea en el siglo XVI: Romeo y Julieta como fuente histórica
La obra teatral de Romeo y Julieta fue publicada en el año 1595, donde la Inglaterra de William Shakespeare, que en los inicios del siglo había estado anclada en los valores medievales, modificará esas pautas conservadoras iniciando un profundo cambio que marcará los compases de los siglos posteriores. A través de una agitada Verona, el dramaturgo inglés nos acerca a la sociedad imperante en el norte de Italia, reflejando con maestría los valores establecidos en las familias que habitaron en la cuna del Renacimiento.
La sociedad europea del siglo XVI experimenta una época de cambios culturales, económicos, religiosos e ideológicos de gran envergadura. El Renacimiento italiano iniciado en el siglo XIV se expandirá por Europa recuperando los valores clásicos y ejerciendo una gran influencia en la arquitectura de las ciudades y en el arte pictórico. El humanismo se impondrá como corriente filosófica, estableciendo al hombre como el eje central y siendo éste la medida para todas las cosas. El descubrimiento de América a finales del siglo XV modificará los equilibrios de poder europeos estableciendo en la cúspide a España y Portugal. La llegada de metales preciosos del “nuevo mundo” influirá en las transacciones monetarias generando nuevas posibilidades de intercambio y activando una red comercial sin precedentes hasta el momento. La reforma protestante pondrá en duda la hegemonía de la iglesia cristiana y creará una nueva visión de la religión que obligará a la iglesia a realizar una profunda reforma en el Concilio de Trento. Además, la invención de la imprenta y la traducción de la Biblia ayudarán a difundir estas ideas. Habrá un considerable aumento demográfico que junto con los problemas de las cosechas generará un descontento social.
En definitiva, nos encontramos en un siglo cargado de factores cruciales que en su conjunto modificarán la estructura social de sus habitantes, abriendo paso a una nueva etapa y dejando atrás las estructuras donde descansaba la Edad Media. Con gran habilidad, el dramaturgo inglés consigue reflejar éstos aspectos, no sólo en la obra de Romeo Julieta, sino también en muchas otras.
Según expone Alfred von Martin en “Sociología del Renacimiento”1, hubo un cambio en la economía social de la época Moderna con respecto a la Edad Media. El empuje
1 Martin, A. V. (1946). Sociología del Renacimiento. “Información obtenida de los cuadros facilitados por el profesor Antonio Irigoyen en el aula virtual”
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económico no vendría ya de la mano de la explotación de la tierra a través de la agricultura sino que serían el dinero comercial y el capital los que impulsarían ésta nueva economía. Gracias a las nuevas posibilidades que ofrecería el comercio, surgirá una minoritaria burguesía que se enriquecerá mediante las nuevas posibilidades económicas. Frente al pequeño feudal conservador se desarrollará éste nuevo burgués liberal que se caracterizará por su capacidad de trabajo, su intención de expandirse administrando su tiempo y la optimización que hace de sus recursos.
A lo largo de la obra no vemos ninguna alusión al campesinado, tampoco se menciona la agricultura y los problemas de los personajes principales de las familias nobiliarias fluctúan en torno a mantener un estatus social evidenciado por las pugnas de poder entre las dos familias. Los oficios que aparecen, salvo la figura del boticario, están relacionados con esa estructura social dominante entre personas de alta alcurnia y sus criados. La sociedad estamental del Antiguo Régimen se evidencia en el clero (Fray Lornezo), la nobleza (familias enfrentadas) y pueblo llano (criados).
Dependiendo de la intensidad de desarrollo del burgués liberal los países europeos se fragmentan en tres versiones claramente diferenciadas. Por un lado, países como Noruega, Irlanda, Suecia y España se amparan en un derecho tradicional, donde la Iglesia juega un papel dominante y la población continua dispersa. Encontramos también en la Europa oriental, países donde una aristocracia conflictiva ponen de relieve la impotencia de sus gobiernos, el pueblo llano acata su condición de servidumbre mientras que la iglesia apenas ejerce influencia.
Por último, aquellos países donde el burgués liberal se ha desarrollado, se crearán sociedades complejas, con un fuerte crecimiento de las ciudades, alta densidad de población y un vertiginoso comercio amparado en reglas políticas estables. Es el caso de Inglaterra, Francia, Países Bajos, Alemania o el norte de Italia, de hecho, la ciudad de Verona es un claro ejemplo en el que reina cada una de las condiciones expuestas. En los Países Bajos destacará el puerto de Amberes y en el norte de Italia, ciudades como Venecia o Génova mantendrán un gran poder económico como intermediarios en el comercio entre Occidente y Oriente. En la obra teatral podemos ver al inicio de la obra los numerosos productos, tanto de América como de Asia, que ofrecen los pregoneros, "Rubíes de fuego, zafiros, tapices de Samarkanda, maíz de oro, alfombras de Parandanga”.
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En cuanto al papel del burgués liberal, ejemplificado en el boticario de Mantua, a pesar de no tener un carácter central, puede verse reflejado en casi todas las escenas. En concreto hay un párrafo en boca del sirviente que detalla las profesiones más relevantes “el zapatero se las arregle con su yarda, el sastre con su horma, el pescador con sus pinceles y el pintor con sus redes”. La opulencia de la fiesta denota un sin fin de productos, donde las máscaras y vestimentas esconden un entramado comercial consolidado. La preparación de la boda entre el conde Paris y Julieta también evidencia productos de lujo de oriente “¡Saca especias!¡Me están pidiendo dátiles, membrillos!. Tal y como refleja Alfredo Floristán “Italia contaba con una próspera agricultura, una industria pañera y sedera y un poderoso comercio, además los banqueros genoveses, junto con los alemanes, representaban el capital internacional del siglo XVI”.2
Hay que tener en cuenta que la ciudad donde se desarrolla la obra de Shakespeare se encuentra ubicada entre las principales ciudades que dieron origen al Renacimiento italiano. La posible caída de Constantinopla, que terminaría por suceder en 1453, había propiciado muchos años antes el exilio de numerosos sabios bizantinos a Italia, siendo éste uno de los factores primigenios del Humanismo, un movimiento calificado por Jacques Lafaye como una revolución cultural.3 Otro factor de relevancia para que floreciera ésta corriente fue el creciente desarrollo de actividades manufactureras, portuarias, mercantiles y bancarias en las principales ciudades del norte de Italia. Erasmo de Roterdam, uno de los padres del humanismo, habría sido uno de los que más se aprovecharon del mecenazgo. Numerosas familias acrecentaron su poder llegando a convertirse en verdaderas oligarquías de las ciudades que habitaban, destacando los Medicci en Florencia. La opulencia de las dos familias enfrentadas en la obra, los Montesco y los Capuleto, podrían asociarse a éste tipo de enriquecimiento.
Otro de los grandes precursores del humanismo y que ejerció una gran influencia en el autor de la obra que nos atañe fue Petrarca, que mediante su cancionero representará las virtudes cristianas a la vez que ensalzará la belleza existente en la antigüedad. Según la poesía isabelina de corte petrarquista era frecuente que el enamorado se encontrase
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desdeñado por su amada, algo que apreciamos en la fatiga de Romeo ante el amor no correspondido de Rosalina.
A lo largo de la obra de Romeo y Julieta, existen alusiones a este pensamiento antropocéntrico, donde los placeres de la vida terrenal se abren paso, por ejemplo al encontrarnos, frente a las fiestas religiosas manifestadas en procesiones, la otra variante, las fiestas de carnaval en las que el ocio, las máscaras, la música y el baile se unen para celebrar la vida. La razón será la vía escogida para conocer el mundo mediante experimentos empíricos. Será en éste siglo cuando Nicolas Copérnico desarrolle su teoría heliocentrista. De igual forma se utilizarán cartas náuticas y astrológicas para la exploración marítima y la apertura del espacio conocido con los descubrimientos de las tierras occidentales, y la nueva concepción del universo, contribuirán a ensanchar las mentalidades de la época.
El mayor exponente del Renacimiento será el humanista Leonardo da Vinci que superará todos los límites de la imaginación con su inventiva, desarrollando además un sin fin de obras pictóricas de primordial importancia. De igual manera, otro de los grandes ejemplificadores sería Miguel Ángel, en su escultura de David encontramos a la perfección ese intento de volver a los valores clásicos. El conjunto de todas estas obras determinan la concepción sobre la sociedad de la época.
Encontramos la mención a una fiesta celebrada el 1 de Agosto llamada “Lammas- tide”. La Iglesia católica conmemoraba en ese día la milagrosa excarcelación de San Pedro. Era una fiesta de costumbre anglosajona en la que el primer maíz que maduraba se convertía en panes especialmente consagrados, un festival que celebraba el comienzo de la cosecha. Estas asociaciones con la juventud, la abundancia y la maduración de los granos parecen apropiadas para Julieta, que tiene la edad idónea.
El humanismo contribuyó enormemente a una nueva forma de entender la pobreza. Durante el medievo la ausencia de recursos económicos llegó a sacralizarse y una vida de miseria podía relacionarse con la humildad e incluso con la dignidad, pero será a lo largo del siglo XVI cuando comience a forjarse un nuevo discurso, donde se condenará esa “falsa pobreza" y se establecerá un marco legal para la represión de éstos “vagos y mendigos robustos”, que tenían la capacidad de trabajar pero no la intención de hacerlo, tal y como
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afirma Raúl Susín Beltrán4. En éste sentido, Inglaterra será pionera con las leyes de pobres ingleses con la intención de evitar el vagabundeo y la limosna.
La sociedad europea experimentó un crecimiento en la población. En la tabla de Roger Mols podemos ver como en Italia, el país donde se desarrolla la historia de amor, hubo un crecimiento demográfico del 27%.5. Europa pasaría de los 84 millones de habitantes a comienzos de siglo a 111 millones a finales, quizá augurando la explosión demográfica que se daría posteriormente durante el siglo XVII. En las palabras de Fray Juan encontramos además una alusión a la Peste negra “los guardias sospecharon que estábamos los dos en una casa ya contagiada por la peste negra.¡Y procedieron a sellar las puertas!”. Tal y como demuestra el gráfico de Massimo Livi Bacci,6 fue la mayor epidemia padecida por el mundo y causó un fuerte descenso demográfico en el siglo XIV.
En el ámbito económico la sociedad europea vivirá lo que E. Hamilton titularía “la revolución de los precios”, un proceso inflacionario provocado por el aumento de metales que llegaron de América, lo que intensificó la circulación monetaria y por consiguiente el alza de los precios.7 Sin embargo, esta teoría fue puesta en duda por Jordi Nadal ya que, haciendo un nuevo tratamiento de las fuentes, expondría que el mayor aumento de precios surgiría en la primera mitad de siglo, mientras que la mayoría de metales preciosos llegaron en la segunda mitad del siglo XVI. A esta oposición se sumó el francés Michel Morineau al exponer que E. Hamilton utilizó la casa de Contratación de Sevilla como fuente fidedigna, cuando el negocio del estraperlo fue un recurso frecuentemente utilizado provocando que las cantidades de metales arribadas al continente europeo no correspondiesen con las cantidades declaradas en dicha fuente.8 En definitiva se llegó a la conclusión de que fueron
4 Betrán, R. S. (2000). Los discursos sobre la pobreza: siglos XVI-XVIII. Brocar. Cuadernos de Investigación Histórica, (24), 105-136.
5 Fuente: Roger Mols, “La población europea 1500-1700”,en Carlo M. Cipolla (coord.), Historia económica de Europa, vol. II, Barcelona, Ariel, 1979, pp. 13-67
6 Livi M. B. (1999) Historia de la población europea, Barcelona, Crítica,1999. Apuntes proporcionados en el Aula Virtual por el profesor Antonio Irigoyen.
7 Hamilton, E. J., & Abad, A. (1983). El tesoro americano y la revolución de los precios en España, 1501-1650. Ariel.
8 Nadal, J. (1959). La revolución de los precios españoles en el siglo XVI. Hispania: Revista española de historia, (77), 503-529.
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varias las causas de tal inflación, destacando las malas cosechas y el aumento de población como los pilares de la causa.
Quizá estás dos razones mencionadas contribuyeran a que la crispación se resolviese en el ámbito religioso. Según Norman Jones9, el mayor detonante de los numerosos cambios que experimento Inglaterra en el siglo XVI fue el conflicto religioso, aunque añade que no fue el único. En éste sentido, la Reforma acabaría con la supremacía eclesiástica del Papa y propiciaría la instauración de las iglesias protestantes. Ésta ruptura de la unidad religiosa fue consecuencia de una relajación en la moralidad del clero, así como por las prácticas abusivas por parte de la Iglesia como la venta de indulgencias o las simonías, y el desprestigio del papado ejemplificado en personajes como Alejandro V de la familia Borgia ó León X. Si a ello le añadimos la búsqueda de un nuevo contacto directo con Dios como proponía Erasmo de Rotterdam, las traducciones de la Biblia que posibilitaron su lectura gracias en parte, a la invención de la imprenta y a su vez, a la alfabetización que promulgaron la creación de nuevas escuelas, encontramos que coincidieron numerosos aspectos relevantes que pudieron hacer tambalear una estructura eclesiástica que había gozado de plenitud desde hacía más de un milenio.
Lutero iniciaba así la reforma protestante en la sociedad alemana apoyando la autoridad en las escrituras y elaborando sus 95 tesis en las que dejaba constancia de una visión negativa de la naturaleza humana, influenciado seguramente por su propio juicio al considerarse pecador. En cualquier caso, la lectura de la Biblia se convierte en un derecho de los creyentes y propone que no sería necesario un “mediador" ó cura, para establecer una conversación directa con Dios. Mediante la justificación por la fe encontramos una nueva visión en la que se abandona la idea del Dios castigador y se acoge al Dios justo y salvador. Como ya se ha advertido, la iglesia pierde el monopolio religioso y a su vez, con el auge de la imprenta, el de la educación. Por otro lado, las doctrinas calvinistas harían lo propio en Suiza, ofreciendo una visión parecida a la luterana pero algo más radical, además con respecto a la salvación, Calvino sostenía la teoría de la predestinación donde Dios había elegido de antemano a elegidos y réprobos. Por razones más políticas que religiosas, Enrique VIII crearía la Iglesia Anglicana, erigiéndose como la cabeza principal de ésta y
9Pujante, Á. L. tr., and Clara Calvo, ed. Romeo y Julieta/William Shakespeare. p-79
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ofreciéndole al arzoobispo de Canterbury un papel principal. Cabe decir que los movimientos humanistas serán receptivos a algunas de las ideas protestantes y empezarán a cuestionar la autoridad jerárquica destacando la liga de Esmalcalda o el alumbradismo. Además muchos nobles vieron en la proliferación de éstas ideas, una oportunidad para hacerse con las posesiones de la Iglesia.
Encontramos numerosas referencias religiosas que demuestran el calado eclesiástico en la sociedad, de hecho, el primer encuentro de los amantes reflejan términos claramente religiosos: Romeo, (Romero en italiano) es el palmero que se dispone a besar la estatua de la santa Julieta. También a lo largo de la obra numerosos personajes exclaman fórmulas cristianas, ¡Buenos días les de Dios!¡Dios te guarde!¡Por la Santa Cruz!¡Dios le tenga en su gloria!
Así las cosas no le quedó más remedio a la Iglesia cristiana que intentar recuperar su dominio mediante una contrarreforma promulgada en El Concilio de Trento de 1545, convocado por el Papa Pablo III. Allí se introdujeron importantes reformas relacionadas con la disciplina y la administración. Importante será la figura del emperador Carlos V que se alzó como defensor de la iglesia cristiana en Europa. Además cabe recalcar que Italia será la pieza más codiciada y duramente disputada por Francisco I y Carlos V durante la primera mitad del siglo XVI.
En la obra claramente se ve reflejada la oposición de dos grandes familias, los Montesco y los Capuleto, que aparentan ser enemigas desde tiempos remotos. Con frecuencia el príncipe era descendiente de un condottieri que se había valido de las guerras entre territorios vecinos o entre familias para imponer su autoridad, como ocurrió con la ciudad de Éste en Ferrara, Malatesta en Rímini y Sforza en Milán10. A pesar de las pocas intervenciones que tiene el Principe de Verona, podemos atisbar que tiene autoridad para ejecutar sentencias, sin embargo, los continuos quebrantos de las mismas podrían delatar el auge de los poderes nobiliarios por encima del órgano director personificado en el personaje del Principe. A pesar de condenar la lucha, las peleas se suceden. Actitud que también se observa en el retorno de Romeo a Verona, incumpliendo la sentencia de su destierro en Mantua. La autoridad y clemencia que debía tener un príncipe según Maquiavelo aparece en
10 Floristán, A. (2004). Historia moderna universal. p-156
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la obra, sin embargo, en el caso del Principe de Verona, parece excesivo el uso benevolente y escasa la capacidad para inspirar temor por parte de éste. Esa benevolencia queda retratada cuando dice que ha hecho oídos sordos a los conflictos entre las familias, también cuando Romeo asesina a Tebaldo y en lugar de sentenciarlo a muerte, lo condena al destierro, como bien expone Fray Lorenzo.
Hay una dualidad constante a lo largo de la obra que a su vez esta presente en la sociedad del siglo XVI. Dos familias contrapuestas son el eje central, amor y odio mantienen el mismo carácter protagonista, amos y criados reflejan continuamente los dos planos de riqueza, la lealtad y la traición se suceden continuamente, así como alusiones litúrgicas “pesada ligereza, pluma de plomo”. De igual manera la luna y el sol se enfrentan en un poético duelo, la primera aparece como envidiosa “pálida de dolor porque tu su doncella, eres más hermosa que ella”, y traicionera, “no jures por la luna, inconstante en su movimiento circular”, mientras que el sol ejemplifica la luz y la esperanza. “que luz se abre paso tras esa ventana, es el oriente y Julieta es el sol” y también cuando Romeo parte a Mantua “el sol te acompañe como antorcha que aclare tu camino”. La noche y el día albergan multitud de conceptos contrapuestos.
Siguiendo con las contradicciones, en la obra hay dos personajes que se salen del arquetipo marcado en la sociedad, el Ama y Mercucio. La primera a pesar de pertenecer al servicio ejerce un papel de tutela que la sitúa por encima del resto, lo mismo ocurre con su lenguaje, que parece igual de culto que los nobles y mejor que el de los demás sirvientes. La Ama llegará incluso a contradecir al cabeza de familia cuando por dos veces es mandada callar y con fiereza ella responde ¡Hablar no es pecado!11. Mercucio aparece como único nexo de unión entre las dos familias, amigo de los Montesco ha sido invitado a la fiesta de los Capuleto. Se menciona la reina de Mab como el espíritu que reina en las pesadillas de Mercucio, la muerte de éste, no sólo quebranta el hilo de esperanza en torno a la reconciliación, sino que además es el motivo por el que aumentará la discordia. Su papel en la obra representan ese carácter humanista, entregado al baile, enfadado siempre por las tristezas de Romeo y soñando con el disfrute de los placeres mundanos.
11 Shakespeare, W. (2001). Romeo y Julieta, traducción de Pablo Neruda. Santiago de Chile, Pehuén Editores. P-55
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La estructura de la familia isabelina parece verse reflejada en la familia de los Capuleto que aparece en la obra. Hay un padre de familia de carácter central, encargado de la misma y al que todos deben obediencia, como se puede ver en la obra cuando Tebaldo quiere atacar a Romeo por ir a la fiesta y él le dice a su sobrino, ¿acaso no soy yo el que manda aquí?. Su ejercicio del poder también se vislumbra cuando su esposa no esta de acuerdo con el casamiento de su hija Julieta con Paris pero aún así se limita a obedecer. Aún así, en éste sentido Clara Clavo, encargada de la guía de lectura de la obra traducida por Angel-Luis Pujante, sugiere que hay una diferencia importante entre la sociedad de Shakespeare y la de Romeo y Julieta, que sería la edad para contraer matrimonio, ya que en Inglaterra rondaba los 20 años mientras que en la obra Julieta tiene tan sólo 1412.
Parecería no estar terminado el trabajo si al hablar de Romeo y Julieta no se escudriñara el amor. William Shakespeare ubica a los dos amantes en el mismo plano de igualdad. Llama la atención que los roles de género de la época parecen estar intercambiados. Las palabras de Romeo reflejan el llanto y la tristeza, parece continuamente afligido por el amor, sensible y huidizo del ámbito social. Julieta en cambio se muestra decidida y atrevida, es quien propone el casamiento, demuestra su fortaleza atreviéndose a contradecir a toda su familia en su propia casa. El amor entre Romeo y Julieta representa en la actualidad el amor ideal pero a en el siglo XVI muchos fueron los que pusieron en duda si el flechazo inmediato y la urgencia por casarse para consumar no era una mera descripción de la atracción sexual. El poeta Arthur Brooke, autor del poema en el que se inspiró Shakespeare, recalca la presencia de un amor ilícito y no el amor romántico. Opinión a la que se unirá el humanista Pietro Bombo anunciando que, el destino mortal de ambos jóvenes refleja las terribles consecuencias de iniciarse en tan prematuro y lascivo matrimonio. Añadirá además que son consecuencias merecidas por violar todas las normas humanas y divinas para consumar su amor por medios deshonestos.
La obra de William Shakespeare estuvo inspirada en una obra anterior de 1530 y titulada Historia novellamente ritrovata di due nobili amant, escrita por Luigi da Pornte. Posteriormente será Arthur Brooke quien redactaría el poema La trágica historia de Romeo y Julieta en 1562 y finalmente el dramaturgo inglés se encargaría en 1595 de convertirla en
12 Pujante, Á. L. tr., and Clara Calvo, ed. Romeo y Julieta/William Shakespeare.
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la obra teatral, dividiéndola en cinco actos en los que alterna la prosa con el verso. Es interesante contemplar la adaptación de una historia escrita casi 60 años después y más sabiendo los numerosos cambios que acontecieron a lo largo del siglo.
Tal y como hemos visto, utilizar la obra de Romeo y Julieta como una fuente histórica puede arrojar luz en numerosos aspectos. Sería interesante comprobar las diferencias existentes entre las diversas versiones para establecer conclusiones de la época en la que se hicieron. Igual de importante sería realizar una minuciosa búsqueda de la influencia que ha tenido la obra en el arte pictórico, destacando obras del siglo XIX como “El último beso de Romeo y Julieta”, de Francesco Hayez (1823), “La muerte de Romeo y Julieta”, de Diebolt (1825) ó “La reconciliación entre los Montesco y los Capuleto tras la muerte de Romeo y Julieta”, de Frederic Leighton (1855) para tratar de comprender los valores de ese siglo. Por ejemplo, en los cuadros antes mencionados, Julieta toma un papel protagonista, representada como mujer frágil, preocupada y sufrida, si la comparásemos con la Julieta de Shakespeare no encontramos esas características, ya que como hemos advertido antes, Julieta encarnaría un papel lleno de fortaleza, valentía y entereza. Podríamos concluir que en el siglo XIX había una intención de asociar esos valores al mundo femenino. Siguiendo con la mujer, en lo que respecta a un estudio de género, bien podría utilizarse como fuente histórica para adentrarse en los roles que desempeñaban, qué trabajos hacían, como eran los matrimonios concertados y cuales eran las esferas, si públicas o privadas, en las que se desenvolvían.
Igualmente se podrían establecer conclusiones hacia el pasado, es decir, la obra de Romeo y Julieta parece estar inspirada en el mito griego de Píramo y Tisbe. Se podría intentar buscar las diferentes inercias que ha llevado a rescatar éstos mitos antiguos para traerlos al presente y buscar las diferencias entre ambas historias con el fin de encontrar el propósito de tal adaptación.
Las diferentes producciones realizadas hasta el día de hoy, también podría ayudarnos a saber como es la sociedad actual, empezando por la película de 1968. Quizá en un futuro lejano, alumnos del siglo XXIII se dediquen a estudiar la película que se hizo en el año 1996, en la que ambas bandas se baten a disparos, para tratar de comprender el mundo de los años 90 en el siglo XX.
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A lo largo del tiempo hemos ido confeccionando una Historia Universal amparada en las personas más célebres, donde Reyes, Nobles, Papas y personajes destacados han sido los más analizados. Obras como Romeo y Julieta esconden un gran valor al acercar a la sociedad en su conjunto, evidenciando qué aspectos eran relevantes no sólo para éstos hombres importantes que dirigían imperios o países, sino para la inmensa mayoría del gigantesco estamento social que componía al pueblo llano.
Sin lugar a dudas considero que la obra tiene un valor incalculable como fuente histórica aunque para un análisis objetivo se ha de conocer como fue la vida del autor y las condiciones sociales en las que fue escrita.
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